Madrid gallery Weekend
En esta original propuesta de la asociación de galeristas Arte-Madrid participan un total de 50 galeristas y 70 artistas, e intenta acercar al público al arte contemporáneo.
No solo se podrá disfrutar de las dos reinas de las artes plásticas, la pintura y la escultura, si no también de performances, fotografías y como no, de la arquitectura y los espacios interiores que nos ofrecen estas galerias en barrios repletos de vanguardia y modernidad como Chueca o Malasaña, u otros más convencionales como el de Salamanca.
Leyendo la prensa me llamó la atención un titular que daban desde la asociación de galeristas "El arte es primero una expresión y una emoción, algo que te entra por los ojos. No hay que tener miedo a entenderlo."
Me recordó a cuando estudié el Impresionismo en Bachiller. Esta corriente artística se inició con una obra de Monet "Impresion soleil levant" (Impresión, sol naciente), de ahí el nombre del movimiento. El impresionismo trataba de emocionar al espectador a través de la luz y el color que se representaba en sus obras.
Otros de los motivos por los que me ha recordado al Impresionismo ha sido que dicen que no hay que tener miedo a entender nuevas corrientes artísticas. Los contemporáneos a Monet, como son Manet o James M. Whistler, crearon el Salón de los Rechazados, cuando sus obras fueron excluidas del Salón de París, una prestigiosa muestra de arte. Las burlas de las personas que acudieron al Salón de los Rechazados fueron abundantes y el crítico de arte Louis Leroy, cuando vio la pintura de Monet, escribió: "Al contemplar la obra pensé que mis gafas estaban sucias ¿Qué representa esa tela? El cuadro no tenia ni derecho ni revés... ¡Impresión! si, desde luego produce impresión... El papel pintado en estado embrionario está más hecho que esta marina."
Pero no solo hay que valorar a los artistas, también a los galeristas, una profesión en la sombra. Entre los más famosos encontramos al hijo menos del pintor Jean Matisse, Pierre Matisse, a Pierre Levai, presidente de una de las galerías que exponen en Madrid (Marlborough) y que recibió un puñetazo de Francis Bacon cuando este todavía no tenía fama. Y, quizás, una de las más famosas Peggy Guggenheim, cuyo apellido es conocido por sus museos, aunque ella ejercia la profesión muchos años antes.
Poseía de muchos conocimientos artísticos hasta el Impresionismo, y fue Duchamp quien le hizo entender el arte moderno. Entre otros, Peggy descubre a Jackson Pollock.
De lo que puede presumir su fundación aparte de las obras que tiene adquiridas es de la arquitectura de sus museos, muy diversa en cuanto a estilo.
El Palacio Venier dei Leoni en el Gran Canal de Venecia, conocido como el palacio sin terminar de Lorenzo Boschetti, cuya fachada es de estilo clásico.
El de Nueva York, un volumen cilíndrico situado en la 5ª Avenida y diseñado por Frank Lloyd Wright.
O el de Bilbao realizado en titanio curvado para reflejar la luz de la ria por Frank Gehry, al igual que las Bodegas Marqués de Riscal en la Rioja Alavesa.
No solo se podrá disfrutar de las dos reinas de las artes plásticas, la pintura y la escultura, si no también de performances, fotografías y como no, de la arquitectura y los espacios interiores que nos ofrecen estas galerias en barrios repletos de vanguardia y modernidad como Chueca o Malasaña, u otros más convencionales como el de Salamanca.
Leyendo la prensa me llamó la atención un titular que daban desde la asociación de galeristas "El arte es primero una expresión y una emoción, algo que te entra por los ojos. No hay que tener miedo a entenderlo."
Me recordó a cuando estudié el Impresionismo en Bachiller. Esta corriente artística se inició con una obra de Monet "Impresion soleil levant" (Impresión, sol naciente), de ahí el nombre del movimiento. El impresionismo trataba de emocionar al espectador a través de la luz y el color que se representaba en sus obras.
Otros de los motivos por los que me ha recordado al Impresionismo ha sido que dicen que no hay que tener miedo a entender nuevas corrientes artísticas. Los contemporáneos a Monet, como son Manet o James M. Whistler, crearon el Salón de los Rechazados, cuando sus obras fueron excluidas del Salón de París, una prestigiosa muestra de arte. Las burlas de las personas que acudieron al Salón de los Rechazados fueron abundantes y el crítico de arte Louis Leroy, cuando vio la pintura de Monet, escribió: "Al contemplar la obra pensé que mis gafas estaban sucias ¿Qué representa esa tela? El cuadro no tenia ni derecho ni revés... ¡Impresión! si, desde luego produce impresión... El papel pintado en estado embrionario está más hecho que esta marina."
Pero no solo hay que valorar a los artistas, también a los galeristas, una profesión en la sombra. Entre los más famosos encontramos al hijo menos del pintor Jean Matisse, Pierre Matisse, a Pierre Levai, presidente de una de las galerías que exponen en Madrid (Marlborough) y que recibió un puñetazo de Francis Bacon cuando este todavía no tenía fama. Y, quizás, una de las más famosas Peggy Guggenheim, cuyo apellido es conocido por sus museos, aunque ella ejercia la profesión muchos años antes.
Poseía de muchos conocimientos artísticos hasta el Impresionismo, y fue Duchamp quien le hizo entender el arte moderno. Entre otros, Peggy descubre a Jackson Pollock.
De lo que puede presumir su fundación aparte de las obras que tiene adquiridas es de la arquitectura de sus museos, muy diversa en cuanto a estilo.
El Palacio Venier dei Leoni en el Gran Canal de Venecia, conocido como el palacio sin terminar de Lorenzo Boschetti, cuya fachada es de estilo clásico.
El de Nueva York, un volumen cilíndrico situado en la 5ª Avenida y diseñado por Frank Lloyd Wright.
O el de Bilbao realizado en titanio curvado para reflejar la luz de la ria por Frank Gehry, al igual que las Bodegas Marqués de Riscal en la Rioja Alavesa.
Comentarios
Publicar un comentario