El color, la publicidad y la arquitectura



Si miramos a nuestro alrededor nos encontramos con multitud de planos, volúmenes, objetos… Todos ellos tienen un elemento en común pero que a la vez les hace únicos, el color.
El color no es algo físico, algo que exista como tal, sino que es creado por nuestro cerebro, las neuronas encargadas de percibir colores están conectadas con las células receptoras de los ojos. Estas últimas son sensibles a los rayos de luz, dependiendo de la longitud de onda que el ojo perciba, entre el rango de 390 nm a 700 nm conocido como espectro visible, veremos un color u otro, puesto que cada color se corresponde a una longitud determinada. Como podemos apreciar en esta tabla los colores por encima de los 700 nm, que se corresponde con el rojo, se consideran rayos ultrarrojos, los que están por debajo de los 390 nm, son rayos ultravioletas.


Los colores puros son los que vemos en la tabla, pero muchos otros se consiguen mezclando distintas longitudes de onda.
Además todos los colores tienen unas propiedades comunes; el tono, es lo que define al color, por ejemplo, rojo, azul. Después encontramos la saturación que es la intensidad que posee ese color, el brillo la cantidad de luz que es reflejada que no hay que confundir con la luminosidad, que se refiere a lo claro u oscuro que es un color.
Aunque haya un parámetro para cada color, todos sabemos que cada persona los percibe de una manera distinta, y las sensaciones o emociones que nos despiertan tampoco son las mismas. Esto se debe a que a lo largo de la vida vamos captando los colores de los objetos y los asociamos con las sensaciones que tenemos en ese momento. Por eso a veces es difícil entenderse con un amigo o compañero, puede que él lo perciba como azul turquesa y tu como verde piscina.
Así todo la elección de los colores a veces viene determinada por tres factores, la edad, la cultura y el sexo. En primer lugar porque como podemos apreciar a la hora de vestir por ejemplo, los jóvenes prefieren colores vibrantes y vivos, mientras que la gente mayor prefiere tonos más apagados. A nivel cultural, tenemos un ejemplo claro, en muchos países se utiliza el color negro como símbolo de luto, ¿a alguien se le ocurriría ir de naranja a un funeral?, sin embargo el color de luto en la India es el blanco. Y por último el sexo, aunque encuentras y estudios demuestran que el color favorito de la gran mayoría de la población mundial es el azul, las mujeres prefieren o tonos cercanos al azul como violetas o tonos cercanos al rojo, si bien, los hombres los tonos oscuros, los tierras. Ya que he hablado del color preferido por la sociedad, decir que el naranja es el que menos gusta.  Así todo hay colores de gusto universal que tienen que ver con la evolución, los asociamos a cosas saludables o aquellas que favorecen a la supervivencia.
Una vez que entendido que es color, como lo percibimos, sus características… quería saber cómo se usa tanto en publicidad para captar la atención del cliente, como en arquitectura para crear distintos ambientes y emociones a la hora de vivir ese espacio.
En mi opinión, escoger el color adecuado en cualquier proyecto que esté relacionado con el arte es fundamental, además de que puede ser la diferencia entre que sea un éxito o un fracaso.
Los publicistas son expertos en este campo, son capaces de transmitirnos un mensaje o una sensación, muchas veces sin tener que recurrir a las palabras, simplemente empleando color.
La sociedad de hoy en día es capaz de recordar una marca, simplemente por el color de su logotipo, como es el caso de MacDonals, El color Ingles, Google…



Sin embargo este último rompe la “norma” de que cuantos menos color utilices en tu marca corporativa, más fácil será de recordar, utiliza rojo, amarillo, azul y verde, cuando lo recomendado es usar dos o tres. Lo que le hace atractivo a este logo es que estos colores resaltan mucho del fondo, que es blanco, aunque también encontramos atractivos aquellos que son armónicos en cuanto al tono, es decir, utilizan una misma gama de colores, como es el caso de CocaCola.



En el caso de usar varios colores, cuanto más contraste haya entre ellos más no llamará la atención, como en el caso de Burger King.


Aunque nos estén vendiendo el mismo producto, con el mismo packaging, y lo veamos colocado junto, nos hará decidir el color, puesto que dependiendo de la sensación que nos trasmitan esos colores, elegiremos aquella emoción que estemos dispuestos a sentir y por tanto a comprarlo. “Según un estudio, un 90% de las compras compulsivas se deciden en función del color”. Como dato señalar que los colores amarillo y naranja son suelen hacer sentir que algo es barato.


En cuanto a las emociones que nos crean los colores encontramos los colores oscuros, sobretodo el azul oscuro, nos causan una sensación de autoridad. El azul potencia la creatividad y nos transmite calma y profesionalidad, se utiliza mucho en temas relacionados con la salud. Sin embargo, el amarillo, que se asocia con la alegría en grandes cantidades conlleva a la ansiedad, pero con su uso se capta fácilmente al mercado infantil. El rojo la fuerza y el dinamismo, por ello se suele utilizar en empresas de comida rápida o en banner o carteles de comida rápida, en el caso del marrón nos produce un sentimiento de aburrimiento y simpleza, en el teatro por ejemplo el personaje tonto se solía vestir con prendas de estos colores.
Encontré un ejemplo que llamó la atención y contaba como en algunas ocasiones romper con las asociaciones culturales del color puede ser un fracaso, como le sucedió a Pepsi cuando sacó al mercado un producto transparente, no se vendió porque era algo que ya comercializaban otras marcas. En cambio Mac sacó el primer ordenador de color azul y consiguió vender más de 800.000, era algo novedoso, las otras compañías seguían produciendo ordenadores de la gama clásica, blancos, negros y grises.



“Quien nada sabe de los efectos universales y el surrealismo de los colores y se fía solo de su intuición siempre será aventajado por aquellas que han adquirido conocimientos adicionales.”                        
 Eva Heller, Psicología del color.
Por último llevando el tema del color al campo del interiorismo me encontré con una cita de Izaskun Chichilla que dice “El color hace que la vida de La gente cambie, desde que trabajen con más concentración hasta que encuentren más placer en estar en casa. Incluso mejora el estado de ánimo de las familias y reduce la cantidad de peleas”.
El color en arquitectura varia la temperatura de los espacios, dependiendo de los tonos, claros u oscuros, absorben más o menos rayos de luz. También varía el tamaño o las dimensiones visuales, los tonos oscuros harán que percibamos nuestro espacio más pequeño de lo que es, sin embargo los tonos claros tienen el efecto contrario.
Para escoger un color adecuado tenemos además que tener en cuenta si va a recibir luz natural o artificial.
Se puede afirmar entonces que el color en la arquitectura e interiorismo no es solo una cuestión estética de embellecer los espacios, si no de dotarlos de la personalidad del inquilino, de que tengan el poder de cambiarle de ánimo, y sobretodo que uno se sienta cómodo en ese entorno. Es pues un elemento configurador, conseguir un espacio acogedor es en gran parte gracias al uso tan simple y a la vez tan complicado del uso del color.
Para finalizar dejo algunos de los ejemplos de uso del color en los siglos XIX Y XX. Por ejemplo Gaudí fue uno de los precursores del resurgimiento del color, sobretodo en Barcelona, sin embargo la Bauhaus utilizó los grises de las nuevas tecnologías y la industrialización. En los años 70 y 80 se utilizaron recursos expresivos de Pop Art como es la cuatricromía del comic, los colores planos…




En conclusión aunque sea un elemento abstracto y creado por nuestras neuronas, el color forma parte fundamental de nuestras vidas. En publicidad y arquitectura es un componente fundamental, pero también en nuestro día a día, da igual si te gustan los colores más vivos o más apagados, ¿Podrías vivir en blanco y negro?.



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