Tácticas de los supermercados
Desde hace unas décadas las pequeñas tiendas de ultramarinos
de los barrios se han ido sustituyendo por grandes superficies, que salen de
los barrios, y tienes que llegar a ellas, la mayoría de las veces, en coche o
transporte urbano. Además hay una diferencia notable y fruto de la sociedad
consumista en la que vivimos y es que antes la gente compraba aquello que le
aconsejaba el dependiente, y ahora son los supermercados los que sin darnos
cuenta, nos indican que comprar. Como curiosidad decir que el carrito de la
compra se inventó en 1938 para aumentar el volumen de las compras.
Y eso es de lo que quería hablar, porque creo a que todos
nos pasa siempre, o casi siempre, eso de ir al supermercado a por dos cosas muy
concretas y salir con la bolsa llena de cosas que no teníamos pensado comprar e
incluso a veces que no sabemos ni lo que son. No es pura casualidad, sino algo
que tienen muy estudiado, sobre todo las grandes cadenas, para aumentar el
número de ventas. Por ello, aunque no lo parezca los supermercados tienen
detrás un largo estudio de diseño del espacio.
En todos los supermercados, nada más entrar nos llega un
delicioso olor a pan, que sea la hora que sea nos apetece comprar, esta zona de
panadería y repostería se coloca a la entrada para que el olor active nuestras
glándulas salivales y nos entre el hambre. También intentan conquistarnos por
la vista mediante colores llamativos, ya sea por la zona de floristería o por
la de frutería. Variedad de colores, todo perfectamente ordenado, frutas brillantes,
lo creas o no, capta tu atención.
Y como no, siempre que necesitas ese artículo de primera
necesidad, que además suele coincidir que lo necesitas urgentemente, está
colocado lo más lejos posible de la entrada, debes recorrer todo el
supermercado, esquivar todos aquellos volúmenes con productos con ofertas
llamativas, a las señoras con los carros que siempre está en medio a las cuales
parece que las paga el propio supermercado, puesto que cuantas más pausas
hagamos hasta llegar al producto deseado, más acabaremos picando y comprando
aquello que no necesitamos.
Cuando ya hemos conseguido llegar a lo que íbamos a comprar,
la estantería también tiene su propia estrategia de venta, en la parte más alta
y en la más baja sitúan las macas líderes del mercado, a la altura de los ojos
sitúan los productos más caros y a la de las manos sitúan las marcas blancas
del propio supermercado, que además si consiguen vendértelo y que te guste,
consiguen que de alguna manera te fidelices con el supermercado.
Cuando llegas a la caja pensando que ya no te van a engañar
más siempre colocan lo que más te apetece en ese momento, un paquete de
gominolas, unas galletas, los chicles, unos bombones… y como no… acabas
cayendo.
También juegan con la psicología de los precios y los
famosos “,99”, para que después tu cartera se llene de monedas de un céntimo. Y
es que siempre colocan los precios por debajo de la cifra del 0 para que
parezcan más baratos.
En relación con la entrada anterior que publiqué, el color
juega también un color importante en los supermercados, el azul se usa en la
zona de perfumería, cosméticos y productos del hogar, porque transmite frescura
y limpieza. EL negro en productos de lujo y el verde y marrón en la zona de
frutería puesto que nos hacen pensar en lo natural y ecológico.
Suelen tener una temperatura ambiente entre los 21º y 26º,
para conseguir que nos sentamos a gusto y nos tomemos las compras con calma.
Y el tema de la famosa música de supermercado ¡también esta
estudiado! Y es que varían el estilo de música depende del tipo de ventas que
quieran conseguir en cada momento, si hay, mucha gente utilizan un ritmo
elevado que favorezca la rapidez, sin embargo si hay poco comprador bajan el
ritmo, para que te lo tomes con calma.
Por tanto hay tres aspectos importantes en el diseño de
supermercados.
En primer lugar la imagen que quieren dar, con esto no me
refiero con una buena y cuidada imagen como la que puede dar Supercor, que nos
indica que es de calidad, sino que hay supermercados que utilizan la psicología
inversa y una imagen de desorden o menos cuidada como es el caso de
supermercados Día nos indica que sus productos son más baratos y con ello vamos
a ahorrar.
Lo cual nos conduce al segundo punto, la organización, los
pasillos muy ordenados con buena luz, amplios para que quepan mínimo dos
carritos pero no más de tres porque entonces pasarías muy rápido por ellos, nos
dan sensación de calidad. Sin embargo los pasillos desordenados con los
productos más tirando a almacenados que a colocados, con muchas ofertas muy
juntas, nos dan sensación de precios muy competitivos.
Y por último la iluminación. En las zona de pescadería,
carnicería y frutería intentan conseguir una iluminación lo más natural
posible, y que potencie al producto, por ejemplo en cuanto al pescado que
refleje en las escamas y parezcan más frescos. En la panadería las luces son
cálidas para que potencien los dorados del pan. Y en la perfumería las luces se
vuelven más brillantes.
Aunque en el diseño de interiores, este tipo de centros están
muy avanzados, les falta mucho por investigar y mejorar a la hora de reducir
residuos, sobretodo residuos plásticos. Sí que es verdad que hace años algunos
de ellos empezaron a comprar las bolsas y a vender bolsas más grandes y de
tela, y que este año todas las bolsas de plástico se deberán cobrar, pero ¿por
qué no eliminarlas del todo? No sería una catástrofe cuando hace décadas cada
uno llevaba su bolsa de tela y funcionaba bien.
Pero el problema no son las bolsas como nos están haciendo
creer, si no la multitud de envases y embalajes que, en parte, nos están
obligando a consumir, bolsas de congelados, tetra brik de leche o yogures,
envoltorios de las galletas u otros productos que encima tienen otra caja de
cartón y un largo etcétera.
Pero hoy en día además están eliminando secciones y
puestos de trabajo como es el caso de las carnicerías en algunos supermercados,
en los que directamente nos venden la carne envasada, pesada y cortada. También
está pasando con la fruta, que en vez de escogerla nosotros y meterla en las
bolsas finas de plástico, vienen envasadas un número concreto de piezas de un
tipo de fruta. O incluso venden fruta cortada o pelada, alimentos que ya tienen
su propio envoltorio natural y biodegradable, son sustituidos por envoltorios
de plásticos, lo cual además aumenta su precio. Todo ello provocado por la
vagancia y la sociedad consumista de hoy en día.
Para finalizar decir que aunque sea difícil no caer en las
trampas de diseño de los supermercados para que consumamos más, debemos ser más
inteligentes que ellos e intentar consumir aquellos artículos que generen menos
cantidad de residuos y así en unos años intentar cambiar la mentalidad de que
no son solo las bolsas lo que contamina de los supermercados, si no, sobre todo
los envases.
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